Internacional
EL ROCKY BACASEGUA QUIERE DARLE A MEXICALI SU SEGUNDO CAMPEÓN MUNDIAL EN POCO TIEMPO
Este 24 de febrero buscará arrebatarle el título supermosca de la OMB a Kosei Tanaka y de paso unir su nombre al de Alberto “Venado” López como monarcas mundiales de la capital de Baja California.
Mexicali*.- Algo que parecía impensable hace poco tiempo, pudiera suceder el 24 de febrero; que Mexicali tenga de manera simultánea a dos campeones mundiales de boxeo.
Christian “Rocky” Bacasegua (22-4-2, 9 Ko’s) está desde hace una semana preparándose en Japón para disputar su primer pelea de título mundial ante el anfitrión Kosei Tanaka (19-1, 11 Ko’s), poniéndose en disputa el fajín supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
El nativo de Mexicali es un peleador duro, agresivo que utiliza poco la reversa y que sin importar los golpes que reciba, suele ir siempre al frente atacando con frecuencia llamativa; estrategia que le ha funcionado a múltiples mexicanos en el viejo oriente. Aquí la clave será el soporte físico con el que llegue a la gran cita el retador cachanilla, si su tanque de gasolina llega a tope, su tren de pelea pudiera ser imparable, es complicada la misión.
Por su parte, el boxeo de Kosei Tanaka presume ese sello tan característico de los “nipones”, la velocidad de piernas y el constante golpeo a las zonas blandas; por ende la combinación de fuerza vs velocidad o de fajador vs estilista nos obsequia en esta ocasión una contienda que no tiene porque no ser entretenida para el aficionado.
El Rocky, debe, en mi opinión, ser muy inteligente a la hora de caminar; su misión principal tendría que ser tapar las salidas de su rival, ablandarlo con golpes a las costillas y rematarlo esporádicamente con bombazos a la cabeza, es bien sabido que los pugilistas japonés suelen ser endebles a la hora de la presión, así que el mexicano debe apegarse en todo momento a su estilo; atacar, atacar y atacar, no importan las formas ni la elegancia en esta ocasión.
Como dato curioso, en caso de que la gloria internacional abrace al Rocky Bacasegua, en automático los apellidos Sánchez León estaría nuevamente escribiéndose con letras doradas, otro detalle inimaginable para el pugilismo de la tierra que vio nacer a Gilberto Román y Jorge “Maromero” Páez.
El 14 de agosto de 1998 Rubén “El Yiyo” Sánchez León hizo realidad el máximo sueño de cualquier boxeador; ser campeón mundial al conquistar el título mosca de la OMB noqueando en ocho asaltos al argentino Carlos Salazar, hoy, 26 años después, sus hermanos Gilberto y Julio forman parte fundamental en la esquina técnica de Christian Bacasegua Rangel.
El boxeo nos regala constantemente esas envolturas que romantizan en demasía el entorno, y aunque la misión, como ya lo señalé es por demás complicada, existen dos máximas de este deporte que nunca hay que dejarles de prestar atención:
1.- En el boxeo nada está escrito.
2.- A un mexicano nunca se le debe de dar por derrotado en un cuadrilátero.
Veremos en que termina esta historia… ¡QUE HERMOSO ES EL BOXEO!
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